En salud, la tecnología solo genera beneficios cuando logra integrarse al día a día de profesionales, instituciones y pacientes. Y ahí es donde metodologías como Design Thinking y Human Centered Design (HCD) se vuelven claves para eliminar barreras y diseñar soluciones que realmente funcionen para quienes las usan.
En la industria de la salud, los retos van mucho más allá del diseño del producto. Existen barreras financieras, regulatorias, de infraestructura y, sobre todo, humanas. Una solución puede ser técnicamente brillante, pero si no se adapta al contexto —como un hospital sin conectividad suficiente para una plataforma en la nube— simplemente no será adoptada.
El enfoque centrado en las personas nos obliga a observar, escuchar y comprender las necesidades reales de cada usuario: profesionales de la salud, pacientes, pagadores, distribuidores y equipos administrativos.
Design Thinking nos recuerda que una solución debe cumplir tres requisitos:
ser deseable, es decir, útil y relevante;
ser factible, sea posible; y
ser viable, sea sostenible tanto operativa como financieramente.
Este balance es fundamental para que la adopción ocurra y se mantenga en el tiempo.
A continuación, te comparto algunos puntos clave para impulsar la adopción de tecnología médica desde la óptica del diseño centrado en las personas:
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Considera a toda la cadena de valor
La adopción no depende de un solo actor. Desde logística hasta universidades, pasando por el profesional de la salud, pagadores (público y privado) y el paciente, todos influyen en el éxito —o fracaso— de una nueva tecnología. Identificar el rol y la “persona” de cada stakeholder permite anticipar quiénes serán promotores y quiénes podrían convertirse en detractores. No es lo mismo una innovación que requiere intermediarios que una que empodera directamente al paciente para tomar decisiones.
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Mapea el journey y prioriza los touchpoints claves
Una vez identificados los actores, es tiempo de observar su experiencia: ¿qué pasos siguen?, ¿dónde se frustran?, ¿qué momentos generan valor? Mapear el journey revela dónde están las barreras reales y permite priorizar los dos o tres puntos donde enfocarás el diseño de la experiencia para generar el mayor impacto tanto en adopción como en experiencia del usuario.
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Enfócate en touchpoints críticos: regulación, educación y comunicación
La regulación suele ser la primera barrera. Entender el proceso, los tiempos, los criterios técnicos y las preocupaciones de las autoridades es clave para diseñar mensajes claros y estratégicos.
La educación y entrenamiento también son indispensables. Los profesionales necesitan espacios virtuales, simulación, acompañamiento y práctica para dominar una tecnología sin comprometer la seguridad del paciente.
Y, por supuesto, la comunicación: generar awareness en pacientes, médicos e instituciones sobre la enfermedad, y síntomas, sus opciones y los beneficios de la nueva tecnología es vital para impulsar su adopción.
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Genera feedback continuo y comunica historias de éxito
La iteración es parte esencial del Design Thinking. Crear canales para recibir feedback continuo permite ajustar procesos, mejorar el producto y resolver barreras antes de que crezcan. Además, compartir casos de éxito y testimoniales genera confianza y motiva a más usuarios a dar el paso hacia la adopción.
Integrar Design Thinking y Human Centered Design no solo mejora la experiencia del usuario: acelera la adopción, reduce fricciones y, lo más importante, amplifica el impacto positivo en la vida de los pacientes. En un sector donde cada avance puede significar más calidad y expectativa de vida, diseñar con y para las personas deja de ser una técnica… y se convierte en una responsabilidad.










